11/20/2012

Zancada larga

Procuraba, y con franqueza, sin racanear esfuerzos, lo panegírico. No obstante, a las dos líneas de discurso le saltaba la mala uva y se liaba a sacarle faltas a la Virgen de habérsele aparecido. Durante los preliminares puede que entrando suavito, muchos jijís, nada de jojós, bromitas a dieta y no escocías; pero una vez lubricado el aparato el número degeneraba a plena mecha y para el desenlace era un ponerlo verde con todas las de la ley, a lo bestia, pregonado en rótulos de neón y cabalgatas circenses. Hubo aludidos, en el tramo final de la apoteosis, encabronados de tanto capear el temporal con sonrisitas dopadas y semblantes angelicales, que se le tiraron al cuello. En todo momento mantenía las distancias como principio existencial innegociable, y cuando había que hacerlo corría con zancada larga y ritmo constante.




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