5/09/2015

Consultorio radiofónico del licenciado César Poco (II)

Mi estimado y admirado César Poco:

me he aficionado a ver orinar a mi cuñado. Las últimas Navidades, durante la cena de Nochevieja, coincidimos en el baño y me quedé prendado de la potencia y rectitud de su chorro. Pero mi cuñado vive en un pueblecito de Ciudad Real, Hermosilla del Páramo, muy mal comunicado. Como no dispongo de vehículo propio me dejo una fortuna en taxis y mi economía se resiente. Mi cuñado hace lo que está en su mano por acomodarse a mis trabas y cuando le mando aviso de que voy se aguanta la micción hasta mi llegada. Por no perder el viaje.

No tengo ninguna otra afición en la vida. No me gusta el fútbol, leer, la televisión, la carpintería, pero esto me ha pegado de lleno. ¿Qué me recomienda, señor César?, ¿cambiar de vida urbanita y mudarme a Hermosilla del Páramo?, ¿solicitar ayuda profesional para superar esta adicción?, ¿es malsana?

Quedo a la espera de sus consejos.
Un cordial saludo.
Carololo.








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