6/29/2015

Como cuando críos alcanzábamos el tarro de confitura

Si te los ofrecen en packs junto a un retrato de Coelho como obsequio,
si te venden succionadores diseñados por Jennifer López,
o cuarzos magnéticos atrayentes,
o apps localizadoras,
o mascotas adiestradas en su rastreo,
o calendarios con su detallado ciclo de florecimiento;

si exhiben un estuche de cinco dvds
donde se detalla un entrenamiento físico
encaminado a la captura de media docena por semana
y en caso de pasar al nivel profesional
la cifra rondaría, sin apenas esfuerzo, la treintena
—como atestigua Madonna
y la mamá de Madonna—;

si te convidan a planetas traspuestos
de los que se regresa con los bolsillos llenos
y rostros rollizos de contenturas
—repara en el significativo contraste anímico
entre los jubilados de Antes y Después—;

si te los embolican en trapos de colores
—etiqueten como etiqueten la bandera—,
si te insisten en un número de teléfono que marcar,
en un dios que adorar,
en una piara que seguir,
en una causa por la que morir;

ojito, mucho ojito,
porque el sueño que no alcances poniéndote de puntillas
es de ellos.








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1 Comentario:

P MPilaR dijo...

*ya me barruntaba que iban por ahí los tiros:
Los he mandado a jorearse in rato. Yo, a lo mío, de susto en susto , soñando que me reconvierto en tontoelquelolea. Ains!!!! *
Bss