5/07/2016

Astronauta y berrocalejano

O eso decía él. De su venida al mundo en Berrocalejo —un pueblecito a cien kilómetros de Cáceres— nadie recelaba. Había partida de nacimiento en la secretaría de la casa consistorial, aparte de que fue reconocido por bastantes lugareños, incluida Valeria, la churrera, que lo tuvo por novio de mocita. Lo de astronauta, aunque costase tragárselo, también pudiera ser, que de mirar el firmamento algo se pega. Y eso mismo, extasiarse con las estrellas, lo hacía de niño a cada instante, tal como lo refería el corro de jubilados a la fresca.

—Pues sí, el Tomás, de crío, parecía corto, con falta en el discurrir.

El cuento es que Tomás se largó de Berrocalejo recién cumplidos los 20, dejando a Valeria sin despedida, y había regresado traspuestos los 40, millonado, y con retratos vestido de astronauta.

En el Casino Guzmán se excavaron trincheras. Habíalos que sí, que por supuesto, que los extremeños tenían tanto derecho a ganarse las habichuelas de astronautas como los empadronados en Wisconsin, que así lo reflejaba en su artículo nosecuántos la Declaración de los Derechos del Ser Humano, y que a quién no le entrara eso en la mollera era porque le carcomía la pelusa, ¡condenada envidia que merma los méritos de las personas de valía!

Y habíalos que no, que ni hablar, que las domingas de la Valeria no se olvidaban así como así, ni en 20 años, porque los recuerdos, a más antiguos, más kilos cogen, y que con tal de apañarse el perdón de la hembra Tomás se habría fingido consuegro retirado del Rey. Ah, y que los millones no tenían por qué venir del cosmos, que con cuarenta duros en lotería, y una pizca de chiripa, cualquier cateto se retira de madrugar.

Tomás, como era de suponer, comenzó a rondar a la Valeria. Y la Valeria, divorciada, y con los hijos mayores y echados de casa, estuvo conforme en la ronda. Cada mañana, en la churrería, por turnos ensayados, las comadres de Berrocalejo la solían pinchar:

—Pero, Valeria, hija, ¿de verdad que es astronauta?

Y Valeria contestaba:

—Más que nunca.








García Rodero

1 Comentario:

Laura M. dijo...

Buenísimo. Aplauso grande. Eres un ejemplo a seguir a la hora de crear personajes.