8/23/2016

La ganancia de la pérdida

«La frontera no sucede en la frontera.
La frontera la pintan en las capitales»

¿Estás dispuesto a dejar de ser
lo que eres para ser conmigo algo distinto
a lo que somos
ahora?

Al grano: ¿estás dispuesto a perder?


          ***


¿Para qué un mestizaje capón, alterado genéticamente,
que no arañe las cortinas,
a juego con la cubertería,
consorte amaestrado, acariciable, comodón?
¿Para qué un mestizaje que no desquicie a los míster Proper
y sus posavasos?

Un mestizaje que deje la casa tal como está
¿para qué?


          ***


He ahí la prueba del algodón que desenmascara
al racismo mansamente correcto,
a los cruzados de las patrias,
a los paladines de una lengua acosada,
de un país sitiado.

Maquinan un mestizaje aséptico,
de pasillo de hospital,
señalizado con líneas que erradiquen los pérfidos extravíos
—van, están y vuelven
sin riesgo de viajar—. Un mestizaje
homologado por la UE
y testado por las corporaciones cosméticas,
que eyacule dentro de los cauces profilácticos,
que no nos pringue,
no nos infecte,
no nos trastorne.

No nos preñe.

Respetuoso
con las menopáusicas porcelanas heredadas de la yaya.


          ***


¡Cómo pueden amar lo limpio
los nacidos de placenta!
¡Cómo pueden reverenciar el intacto plástico
los viscosos
y sangrantes!


          ***


Pretenden un parto de campaña publicitaria del BBVA,
tolerado por los censores de Walking Dead,
muslos ensabanados,
suprimidas las escandalosas perspectivas de la dilatación,
y el recién parido, recién plastificado
y carente de genitales.
Pretenden coños que atufen a lavanda.
Pollas con horarios.

La vida higiénica pretenden.
La domada.


          ***


La mezcla, la fusión de culturas
—grado máximo de vida—
es pringosa.
Sucia.
Chabolera.
Sin orden ni concierto.
Sin límites.
Sin mástiles.
Sin fe.

Ofensiva.


          ***


¿No?
¿No estás predispuesto a la pérdida?

Entonces no crees en el mestizaje,
coñito rancio y virginal,
entomólogo a sueldo del Departament de Cultura
que te llenas la boca de mariposas pinchadas y remuertas.
Palabras que no pesan.
Pose.
Lenguas de silicona aleteada.


          ***


Por Satanás bendito,
como domestiquen al mestizo,
como al mestizaje lo envasen en cadenas de montaje
y lo etiqueten según reglamentan los reglamentados,
como lo desparasiten y le recojan las caquitas
y lo vacunen
y le inyecten el chip identificador de TV3…

¿para qué la esperanza?


          ***


Y se pierde para ganar.
Movimiento.
Horizonte.
Futuro.
Camino.

Y se pierde para estar vivo.

Porque la vida es, ha sido, y será, movimiento.
Porque la vida es, ha sido y será, mestiza.
Porque la vida o es puerca y mestiza

o enferma y concluye.


          ***


¿No?,
¿tan intocable te consideras, párvulo talibán,
tan encarnación del espíritu milenario de un pueblo,
tan adalid del estelado himen de tu patria,
tan eterno,
tan inmutable

para que la pérdida te sepa a derrota?


          ***


Mi estimada insignificancia:
no te sientas en peligro
—germen de todas las guerras—.
No te erijas en defensor de nada
—germen de todas la guerras—.
No idolatres a quien te trata de importante
—germen de todas las guerras—.

Sé lo que eres.
La nimiedad que no les sirve.
Lo finito e indomable.
Lo bendito.
Lo que no ha sido engullido,
carne tuya que vive y muere,
y gotea en polvo del camino.

Sé lo diseñado para la vida.

Lo que comprende —no con el pensamiento varado—
que cuando se entrevera,
ensambla,
cruza,
mezcla,
trenza,
pringa,
folla,
traba

nace y gana.








Nicolai Howalt

2 Comentario:

P MPilaR dijo...

*Nos preñaron de satanases*
Pa siempre jamás
seremos
maldiCCIONES
Bs

jonhan dijo...

No, que no se salva nadie, o sí, puede que alguien.