porque, a veces, raras veces,
la palabra cae demolida al lacustre fondo de un pozo,
código inhumano, pálpito freático que nos umbilica
con aquellos tipos desnudos que prendían fuego frotando yescas
y —desechado por infecundo ornato
cualquier embrionario lenguaje— decían cosas.
Y las cosas eran.
Christer Strömholm |
2 Comentario:
*sin miaja noticias de los tórtolos.
y si no hay noticia, no hay cuerpo
del delito*
-cosas estas
que no fueron-
Enero a medias.besos
Ay de las cosas que son y ya no fueron.
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