8/07/2016

Consultorio radiofónico del licenciado César Poco (V)

Señor César Poco:

el motivo de mi misiva no es otro que rogar su amparo y consejo ante el profundo desasosiego que me causa un reciente descubrimiento: creo que me he enamorado de mi esposa.

Los primeros síntomas se hicieron patentes un mes atrás. Un lunes. Mientras se cambiaba de zarcillos en el tocador de nuestro dormitorio se recogió el pelo y algo me zarandeó el alma. Me pareció un ángel. De carne y sexo. Desde entonces el asunto ha ido a más y en la actualidad es un perder los ojos cuando alguna de sus pecas destella entre los resquicios de su ropa, el cuello, el canalillo, o cuando me pregunta columpiando una sonrisa si me ha comido la lengua el gato, «¿te pasa algo, Pepe?, ¿por qué me miras tanto?».

Llevo 16 años casado y nunca había experimentado una emoción ni remotamente semejante. Le confieso que estoy asustado. He recurrido a mis amistades pero soy el único en este trance. Señor César, ¿peligra mi matrimonio si la situación se prolonga en el tiempo?, ¿qué perspectivas hay de que vaya a más o se estanque?, ¿me recomienda sincerarme con mi esposa para entre los dos encarar el conflicto y hallarle remedio?

Aguardo impaciente su respuesta.
Afectuosamente suyo.
José.








bansky

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