Reequilibrar y revitalizar los siete chakras primordiales de un sopapo a pies juntillas, sin acumular inercia, ganar ángulo de impacto o allegarse a la carrera, es prodigio común en Indalecio, e insufla entre los paisanos que son testigos unas desmedidas ansias por quitarse de en medio y ponerse a existir ya; lo que ha situado al municipio de Malcuernilla del Álamo Alto, según concluye la revista El Hondo Yo (*), a la cabeza de los enclaves europeos en los que más convencidamente se existe, se perfora en los yacimientos vitales de cada cual y se trasponen las fronteras del ser que haya que trasponer, faltaría más.
Completa el texto abundante material gráfico que ilustra el «antes» de convecinos de Malcuernilla con los chakras muy pordioseros y greñudos, campando al dictado de su gandulería; y el «después» de los susodichos ya con los chakras bien derechos, peinados y ataviados como almirantazgo de primera comunión. También hay constancia gráfica del afán en existirse de aquellos otros que avistaron a prudencial distancia el sopapo.
(*) «Indalecio Buendía o la espiritualidad en longanizas», revista El Hondo Yo, número 74.
Dolk |
1 Comentario:
¿y entre medias de antes y después, qué ?
porque no está una para sopapos más que los justicos...,jejjejeje
bss
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