Me monto en el 96
y sonrío a aquella muchacha
que un segundo deja de leer a Gaite.
En sus ojos me siento por descubrir,
o sea, con los zombis todavía
enterrados. Compro pan,
Míster Proper, subo a casa
y las caricias que te intento
te son zapatos estrechos
y empinado domingo,
nada que ver
con aquellas que le soñaste
al tipo que,
hoy,
en el autobús,
un segundo que dejaste de leer a Gaite,
te sonrió.
.
6 Comentario:
Te leo, soy un perro, tengo pulgas y tengo hambre y muerdo tu blog y me sale sangre de la encía de arriba.
pim, pam, PUM¡
zapatos estrechos y empinados domingos.
un abrazo amigo.
Mira que sabes, Antero.
para evitar dolores yo hace tiempo que voy en bici.
Un beso
las caricias que te intento/ te son zapatos estrechos
!
Qué grande es Antero! Besazo.
Tremebundo!!
Besos.
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