4/02/2016

Pascuala Toribio Villegas

Pascuala Toribio Villegas es monja eremita. Y pesa 375 kilos. Vive en una cueva de la Serranía del Maestrazgo atendida por Braulio Paniagua, su abnegado, casto y callado Don Juan.

PASCUALA TORIBIO: Yo siempre he sido de muy poco comer. Una sopita de puerros al mediodía y un petisuí a la cena. Los días de celebración dos petisuís. Pero, oiga usted, me lo como con unas ganas. Será de eso.

Heredia Cándanos regaló a la aislada pareja un toro mecánico y una furgoneta con grúa. Gracias a esos medios de locomoción, Braulio, dos veces al mes, bajaba a Pascuala al establecimiento de Iris a echar un rato.

Querer era poco. Todos los componentes de la generación A Ratos adoraban a Pascuala. La monja eremita percibía el sincero cariño con que la recibían sus camaradas de generación y se resignaba a los trapicheos de su acomodo en la trastienda.

CdC vol II; pag 563



PASCUALA TORIBIO: Aseguran que la tristeza es una gorda acostada. Yo qué les voy a contar al respecto (…) Mis amigos son medicina. Por la fe que les tengo. Y porque me nombran mis demonios.

CdC vol II; pag 571


Índice y procedencia de los textos antologados

INTROPOFAGIA

DONDE PONÍA EL OJO ENSANGRENTABA

NO SÉ MORIR Y MUERO

¿QUÉ DUELE EN ESTE DOLOR?




.

3 Comentario:

Laura M. dijo...

Me encantan los aires que trae este texto: realismo mágico y una buena dosis de humor. Qué dos cucharadas tan sabrosas para tomar con ganas; ni los petisuís, oiga.

P MPilaR dijo...

Pero hombre, qué me le estáis haciendo a la pobrica Soror, que me la plegáis a hambres, con tan poco forraje y tan parcas leches...

P MPilaR dijo...

Pero hombre, qué me le estáis haciendo a la pobrica Soror, que me la plegáis a hambres, con tan poco forraje y tan parcas leches...