Más peligro que un mono con dos banderas. Como no pretendía lustrarse el apellido, trincar cuartos, palpar tetas, ni montaba tramoyas para elevarse a los cielos, mentía que daba gusto. A boca llena. En un improvisado ir viviendo. Absurdo defenderse del tipo porque ¿para qué defenderse?
.
0 Comentario:
Publicar un comentario