4/03/2016

Demetrio Irigoyen Zas

Desde que a finales de los 80 Demetrio Irigoyen irrumpiera en el panorama de la matemática teórica con su «El amor es Variable Compleja», (La matemática sentimental, Revista de la otra poesía, número 75, Barcelona, 1987) han sido celebradas todas y cada una de sus periódicas colaboraciones en medios especializados.

«Extracción de la función exponencial del pellizco emotivo y métodos para su poetización logarítmica» (El Latido Riguroso, número especial, Sevilla, 1988);

«Las ecuaciones de Cauchy-Riemann como pilar del octosílabo asonantado: el romance por venir» (Donde la poesía no engaña, Revista de Versificación Concienzuda, número 43, Baracaldo, 1990);

«El teorema integral de Fourier aplicado a los distintos rangos de tensión sexual en el relato erótico» (¿El sentimiento por qué sentido?, AAVV, Ediciones Sarmiento. Lugo, 1991);

«Beneficios del polinomio de Legendre en las formulaciones amatorias de vertiente lírica; la desmitificación de la profusión alegórica como impulso sustancial dentro de las nuevas cartografías poemáticas» (Haces de luz, Revista de Poesía Lumínica, número 123, Naval Moral de la Mata, 1992);

«La Transformada de Laplace, el Teorema de Convolución, la Ortogonalidad y el bonito cariño» (El corazón y el ábaco, número 98);

«Regulación y ajuste de la hipérbole según el Teorema de Cauchy para integrales de variable compleja sobre trayectorias cerradas. Tablas y formulaciones» (El exceso metódico, número 0, Cuenca, 2001);

«Primacía empática en las Funciones de Bessel cilíndricas de primera clase cuando el tropo decae» (La exactitud bien entendida, AAVV, Ediciones Sarmiento, Lugo, 2004);

«Reflotación literaria del vínculo amatorio fracasado a través de la función delta de Dirac y la convergencia de sucesiones trigonométricas entre la materia amada y desamada» (Infinitando, número 41).

CdC vol III; pag 425



IRIS LAPETRA: Demetrio es un renombrado matemático. Y ventrílocuo. Una cosa le llevó a la otra. De mozo le pegó la pedrada de versificar sus amoríos echando cuentas. Y el tema es que la pedrada funcionaba. Al menos en su parcela teórica (…). No obstante, por mucho que vayan atinando, las matemáticas tienen muy mala prensa en esto del lirismo y el quererse y los pellejos como escarpias y el hacerse primero tilín y luego tolón. O se vuelven trileras y peripuestas, o no cuelan.
BRAULIO PANIGUA: Irigoyen se lamentaba: «El gremio matemático me aclama, pero los lectores me piden menos precisión y más tralará».

CdC vol III; pag 437



IRIS LAPETRA: Y a ello se puso; si querían tralará, les daría tralará (…). En 2004 construyó a Rodolfo, un muñeco con apariencia de corazón, y conformó un espectáculo de ventriloquia y venta de poemas amorosos personales e intransferibles: «Rodolfo, el corazón instruido».
LUIS AURELIO: El cliente rellenaba un exhaustivo formulario donde concretaba los ejes del poema, tanto en lo concerniente al «objeto amoroso» como en lo relativo al «objeto poético» (predominio de lo platónico o lo carnal, tono esperanzado o abatido, corriente literaria, tipología metafórica, versificación, estructura métrica y estrófica, ritmos, el «yo poético», etc., etc…) y el matemático, mientras interactuaba con su muñeco, elaboraba de memoria las operaciones y componía los versos. Como broche final, Rodolfo, el muñeco, recitaba el poema haciéndolo suyo

CdC vol III; pag 440



IRIS LAPETRA: ¿Que si se habla de amor en mi establecimiento? A paletadas. Nos pasamos el santo día pim pam, dale que te pego: Fyodor, Frascuelo, Celia, una servidora, y qué decir de Demetrio (…). A los que —más malamente que bien— «juntamos palabros» nos atrae el amor como a un tonto hacer redondeles de humo cuando fuma.

Extracto de la entrevista que Iris concedió a REDICHAS con motivo de su número especial sobre poesía amorosa dedicado a Demetrio y su autómata corazón.

CdC vol III; pag 498



PASCUALA TORIBIO: En toda relación ventrílocua que se precie hay un punto enfermizo (…). Y Demetrio no puede separarse de Rodolfo. Vaya a dónde vaya carga a las espaldas con su voluminoso macuto-estuche (…).
BRAULIO PANIGUA: El corazón a cuestas.

CdC vol III; pag 512


Índice y procedencia de los textos antologados

LA PERSONA MENOS INDICADA

VAMOS A QUERERNOS HASTA ECHAR AL AMOR DE CASA

REDONDEO A LA BAJA

EL LATIDO RIGUROSO
LA ECUACIÓN Y LA METÁFORA
EL DECIMAL NOMBRADO





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1 Comentario:

P MPilaR dijo...

si decae, que decaiga (el tropo. lo demás, ahí quieto)
iréme a Navalmoral, a por el haz lumíco. Y ya!


bss